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Seguridad social y algo más: La fábula del virus de la corrupción

Funcionarios que compraban empresas en ruinas, obtenían dinero para poder seguir comiendo langosta en las paradisíacas playas de España

Era diciembre del año 1929 cuando se dio la noticia: un virus ha contagiado a varias personas y su propagación es entre humanos, pudiendo contagiar por igual a adultos y niños, empresarios, amas de casa, funcionarios públicos, entre otros. Se dice que fue creado en un laboratorio que en realidad se trataba de las oficinas de un partido político del sistema mexicano, sin embargo, otras teorías apuntan a que fue en una comida donde un político comió murciélago, ahora sabemos que era langosta con dos botellas de vino tinto Petrus en un conocido restaurante de nombre Mortons.

El contagio comenzó muy rápido, los países del resto del mundo cerraron sus fronteras a visitantes de México, pensando que eso los haría permanecer inocuos al virus que fue denominado CORRUP-29, sin embargo, era demasiado tarde, ya varios políticos y empresarios habían huido al extranjero por miedo a los hospitales donde serían internados (muchos hospitales se convirtieron y ahora los llamaban reclusorios) o incluso miedo a ser vacunados.

Funcionarios que compraban empresas en ruinas, obtenían dinero para poder seguir comiendo langosta en las paradisíacas playas de España y, a su vez, los empresarios vendedores se paseaban por las mismas playas, por lo que al no guardar la sana distancia que los gobiernos impusieron como medidas de combate al virus, fueron contagiando a todo tipo de personas.

Empresarios que permanecieron en México se han negado a ser vacunados, tienen miedo a que las vacunas -al ser de origen chino y ruso- puedan alterar su forma de vida o que tengan una reacción en su organismo que les pueda provocar calentura y otros síntomas graves hasta la perdida del oxigeno, por lo cual a pesar de haber permanecido en México, ahora han tenido que dejar el país ante las acusaciones de ser portadores del virus, aunque para ello tengan que utilizar otros aviones y no nos referimos al presidencial, porque ese fue subastado para la compra de vacunas.

Han pasado 90 años y el mundo se acostumbró a vivir entre vacunados y no vacunados, destacando que aquellos que han recibido la vacuna, ahora se sabe que son portadores del virus, pueden contagiar y lo único que se logro fue que sean inmunes a cualquier sentimiento incomodo o de malestar hacia el virus de la corrupción.

Corrupción se explica como aquello que se corrompe, lo que es contrario a la ley y la moral, ahí caben tanto los que roban dinero del erario, como los agresores sexuales, así sean políticos o escritores, productores de cine o amigos cercanos a presidentes y hombres poderosos.

Si le parece una fábula, considere que hemos vivido entre virus desde que el hombre es hombre. No se haga falsas ideas de que el cubrebocas se va a quitar pronto, así como no va a desaparecer la corrupción, porque todo depende del cristal con que se mire.

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